«Quiero vender mi casa, pero no sé por dónde empezar», es una de las preocupaciones habituales de los que quieren colocar su inmueble en el mercado inmobiliario. Es muy importante tener todo en orden antes de ponerte en contacto con potenciales compradores. ¡Te contamos lo que tienes que saber!
¿Cómo vender mi casa?
El apartado legal
Lo primero es cubrir toda la parte legal de la propiedad, es decir, que el inmueble se encuentre en regla y contar con toda la documentación necesaria para poder realizar la compraventa. Esto incluye las escrituras de la propiedad en las que, efectivamente, se compruebe que tú eres el legítimo dueño del inmueble. Recuerda que tú tienes una copia de la escritura de la propiedad, pero si no, debes acercarte con el notario que se encargó de expedir las escrituras. Es él quien tiene el documento original.
Adicionalmente, deberás acercarte al Registro de la Propiedad y pedir una nota simple. Este es un documento que contiene la información registral del inmueble. Aquí se identifica a la finca, la identidad del propietario, así como su extensión, naturaleza y limitaciones. La nota simple es importante porque también contiene los derechos inscritos sobre el inmueble. Es decir, si se cuenta con el pleno dominio del inmueble, si sobre este recae una hipoteca, un usufructo o si hay embargos y precintos.
¿Por qué es importante conocer los derechos si quiero vender mi casa? Te contamos que, aunque puede venderse una propiedad hipotecada, en alquiler o en usufructo, no es posible venderla si recae sobre ella un embargo. Además, es importante liquidar los impuestos que estén pendientes de pago.
Los suministros y calificación del inmueble
Tu casa debe contar con una instalación eléctrica funcional, así como de gas (de ser el caso). Si ya no resides en la propiedad es normal que los servicios se hayan dado de baja ante la compañía de electricidad y gas, pero debes tener el número de suministro para darlos de alta otra vez y poder vender la propiedad. Cuidado, pues el comprador debe cambiar la titularidad de los servicios una vez que se celebra la compraventa.
En cuanto al consumo de la vivienda, es obligatorio contar con un certificado energético. Este documento indica los niveles de energía que necesita el inmueble y acredita cuán eficiente es energéticamente hablando. No contar con este documento puede impedir que se realice la compraventa, pero también supone una sanción.
Para pedir el certificado debes contratar a un técnico habilitado que hace una inspección de la propiedad. El técnico expide un informe con los resultados y las mejoras que la vivienda necesita para subir de calificación. El informe se presenta a las autoridades correspondiente que son las encargadas de otorgar la calificación oficial. Esta va de la A a la G y debe colocarse en los anuncios al vender el inmueble.
Vender mi casa: ¿qué precio ponerle?
Es momento de poner precio a la vivienda una vez que ya tienes la documentación en orden. Para ello, puedes hacer un estudio de mercado y saber cuánto cuestan las propiedades similares a la tuya y en la misma zona. Adicionalmente, se recomienda contratar a un tasador.
Debemos decirte que una manera de aumentar el precio de tu vivienda es haciendo reformas pequeñas. Desde dar una mano de pintura hasta cambiar los electrodomésticos, quitar las humedades y hacer obras que no supongan un gran desembolso. Si te estás planteando vender tu casa en unos años, es momento de ponerte manos a la obra con las reformas y llevarlas a cabo de forma progresiva.
Con el precio de venta ya puedes colocar tu casa en el mercado inmobiliario. Para ello, confía en los servicios de INMORENTA. ¡Te lo ponemos muy fácil!
Contrato de arras
Si ya has encontrado comprador para la vivienda, es momento de celebrar el contrato de arras. Este documento garantiza que la compraventa se realizará a futuro y dentro de un plazo establecido. Para formalizar el contrato de arras, el comprador debe entregar el 10% del precio de venta del inmueble, una cantidad que se descontará del importe final.
Cuidado, pues existen distintos tipos de contratos de arras y suponen una multa para la parte que decida retractarse de la compraventa. Incluso, si decides no seguir adelante con la idea de vender tu casa, puedes verte obligado a hacerlo si hay una sentencia de por medio.
Vender mi casa: la formalización de los trámites
¡Ya puedes formalizar la compraventa! Pagadas las arras, el comprador tiene un plazo para reunir el importe y celebrar la firma del contrato de compraventa y las escrituras. Este proceso se realiza ante notario público, pero no está exento del pago de algunos gastos e impuestos.
Los gastos de vender la propiedad son los siguientes:
- Nota simple. Que ya has solicitado al principio de la operación y que puedes presentar ante notario.
- Certificado de eficiencia energética. Puede llegar a costar hasta 150 euros.
- Gastos de cancelación de la hipoteca, en caso de que no hayas terminado de pagarla.
A los gastos se le suman los impuestos a los que tú, como propietario, debes hacer frente. Estos impuestos son:
- Plusvalía Municipal. Debe pagarse dentro de los 30 días hábiles a la firma del contrato de compraventa de la casa.
- IBI. El IBI tiene carácter anual, por lo que debe repartirse entre comprador y vendedor de manera proporcional.
